Las preguntas que habitualmente se plantean padres y madres son: «¿Cuánto tiempo le puedo dejar usar el móvil o la tablet o dejar ver la tele a mi hijo pequeño?», «¿Qué es lo más adecuado si no tiene todavía los 2 años?», «Si le ponemos unos dibujos en inglés, ¿favorecemos que aprenda el idioma ahora que son como esponjas?», «¿Cómo le podemos quitar la pantalla sin que haga una pataleta?».

Pero lo que nadie cuestiona es que cuando dejas a tu pequeño con una pantalla en sus manos es como si él desapareciera. Efectivamente, las pantallas se han convertido en el instrumento que emplean los padres para su propia tranquilidad, a costa de la salud de los más pequeños.

La autora de este libro, Anna Ramis (madre, maestra y pedagoga), nos lleva a cuestionarnos tópicos como aquellos que dicen que «los bebés de ahora son nativos digitales» o «cuanto antes empiecen a familiarizarse con las pantallas, mejor, porque van a ser su medio de vida». También nos presenta las consecuencias (ya documentadas por estudios pediátricos) que tiene el uso (y abuso) de pantallas antes de los 3 años. En definitiva, nos hace reflexionar sobre las responsabilidades de progenitores y educadores a partir de las necesidades y derechos de los más pequeños.

En las páginas del libro encontraremos una defensa del desarrollo y la crianza saludable de niños y niñas que nacen en un mundo tecnológico donde sus padres y su entorno están sumidos en el consumo de pantallas (y no es una condena de las pantallas y las tecnologías). Asimismo, la autora presenta algunos criterios, pautas y consejos para los adultos para no ceder a la tentación de dejar las pantallas en manos de nuestros hijos antes de los 3 años.

De fácil lectura y con un lenguaje próximo al de los padres y las madres que se plantean muchas preguntas, precisamente porque quieren «hacerlo bien» en lo relacionado con el uso de las pantallas. También muy interesante para educadores/as que trabajan con los más pequeños o con sus familias.

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