Como nunca antes, las artes construyen y condicionan nuestras vidas cotidianas a través de los medios de comunicación y de las industrias culturales. Ya no están limitadas a los museos y a los teatros, sino que son un valor añadido para nuestras economías nacionales y mejoran la calidad de la educación, lo que acarrea no pocas implicaciones para la educación. Sin embargo, a diferencia de otras materias impartidas en las escuelas, el propósito de la educación artística no suele estar bien definido. ¿Por qué se enseña? ¿Qué significa una buena educación artística? ¿Cuáles son sus beneficios?
Este libro compara datos, analiza casos concretos de más de sesenta países y la diferencia entre “educación en las artes” y “educación mediante las artes”. Pese a que cada programa de educación artística se inserta en su propio contexto cultural, Anne Bamford desarrolla baremos internacionales de comparación para medir la calidad de la educación artística. Además identifica varios beneficios concretos, educativos, sociales y culturales, asociados a la educación artística.

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