Vivimos una situación que cuantitativa y cualitativamente difiere de la existente hace tan solo unas décadas, debido a la emergencia de un tipo de sociedad en la que aparecen nuevos problemas sociales, problemas reales que se añaden a los grandes y graves problemas tradicionales como el hambre, el analfabetismo, las guerras, las desigualdades norte-sur… y a problemas emergentes como el cambio climático y la degradación ecológica, la brecha digital y las nuevas adicciones provocadas por la tecnologización generalizada, la violencia (en todas sus formas) y las desigualdades desde la perspectiva de género, etc.
El libro es una invitación a repensar la epistemología educativa y los espacios del conocimiento de la educación en la sociedad global. Y se hace precisamente ahora, en un momento en el que las teorías globalizadoras comienzan a diluirse, reforzando nuevos marcos de referencia en la producción de los discursos educativos. En esta transición a una globalización alternativa planteamos la idea de abordar la educación en una sociedad que demanda nuevas formas de relación con las políticas públicas internacionales y locales, pero, sobre todo, en la que se constata la necesidad de que de estas actuaciones institucionales deriven en mayores compromisos para la construcción de modelos educativos más sociales, igualitarios y democráticos.