Muchos maestros, al estilo de la república, todavía llevan un diario. En éste anotan las dificultades que se van encontrando y cómo las resuelven o cómo intentan resolverlas. Dificultades del día a día de la clase, dificultades en las relaciones o en la tutoría de sus alumnos. Este libro no es más que una parte de este diario, la parte más diferenciada de los otros diarios, la parte dedicada a la diversidad y donde el autor ha aprendido que todos los hombres, sean de donde sean, tienen los mismos deseos, las mismas esperanzas e, independiente de su origen, siempre merecen una oportunidad.
La vuelta a la escuela en ochenta mundos
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