Esta obra recoge el contenido de una serie de conversaciones mantenidas entre el maestro Pedro Ortega y uno de sus más cercanos colaboradores, el profesor Eduardo Romero. En ellas se recoge todo el pensamiento filosófico e ideario ético de lo que se ha dado en llamar, pedagogía de la alteridad. En un tono intimista, crítico a la vez que optimista, este teórico de la educación reivindica, conjugando erudición, sentimiento y vivencias, la metáfora de la intemperie como el espacio histórico, finito y material en el que todo individuo vive, aprende y sufre y en donde ha de trabajar su condición humana día a día.