La sexualidad infantil se ha ido configurando a través de un largo transcurso histórico y social, incitando ansiedades, curiosidad y deseos en la mirada del mundo adulto. Desde que la sexualidad infantil se convirtió, a partir del siglo XVIII, en un ámbito específico y problemático frente a la sexualidad adulta, este distanciamiento o extrañamiento entre grupos de edad (con sus conexiones con el género, la raza y la clase social) no ha dejado de producir efectos y plantear interrogantes: ¿Cómo surgió este intenso examen sobre el sexo infantil y sus “peligros”, que periódicamente continúan provocando la alarma moral de ciertos sectores sociales? ¿Cuáles fueron las causas y efectos del pánico moral antimasturbatorio extendido por los saberes expertos y que ha marcado el curso de la sexualidad occidental? ¿Cómo se ha configurado en nuestra cultura la necesidad de una ciencia del sexo y una pedagogía que han conformado nuestra subjetividad a partir de ciertas “identidades” sexuales?
En estas páginas se intenta analizar un periodo inicial y decisivo en la configuración y problematización de la sexualidad infantil en España; se busca trazar los orígenes de esta captura de la sexualidad infantil dentro del desarrollo de nuevas estrategias de poder y saber enfocadas sobre la institución escolar.
El análisis de la configuración de los dispositivos de vigilancia y observación que se construyeron alrededor de la sexualidad infantil permite trazar la genealogía de la educación sexual en España: el desarrollo del lento y conflictivo proceso hacia una “instrucción prudente”, pero atemorizadora, en torno a los peligros de la masturbación en la infancia, acerca de los funestos resultados de la autoerotismo sobre la constitución física y moral de niños y jóvenes; y la evolución de estas estrategias hacia una ilustración sexual de tono científico y “neutral”, en el contexto de corrientes científicas como el degeneracionismo y la eugenesia.