El presente volumen recoge una síntesis de trabajos desarrollados en torno al complejo y apasionante panorama de las prácticas letradas. Todos ellos tienen en común la doble pretensión de establecer unas bases científicas sólidas que actúen como marco de referencia para orientar una formación del profesorado de todas las etapas y de ofrecer propuestas de intervención en el aula que de verdad contribuyan a la educación lectora y literaria de los niños y los jóvenes. Esta labor es especialmente crucial en la era digital, ya que se están experimentando transformaciones notables en el ámbito de la lectura que traen a primer plano la necesidad de investigar para dar respuesta a los retos –y peligros– planteados por esta dinámica de innovación. Los lectores actuales interactúan cada vez más con textos multimodales y de naturaleza hipertextual. Del predominio del lenguaje verbal se ha pasado a complejos productos multimedia, que integran sin una jerarquía preestablecida los modos visual, auditivo, gestual, etc.
Asimismo, a diferencia de los modelos culturales de la alfabetización «tradicional», que refuerzan la individualidad y la autoría, en la actualidad se crean espacios sociales en los que se priorizan la participación, la colaboración, la distribución y la dispersión de las habilidades, así como las relaciones entre sujetos. Desde esta perspectiva, la formación lectora ha de tener en cuenta el enorme volumen de información al que se enfrentan las personas, la multiplicidad de fuentes en su localización, la diversidad de situaciones y contextos de lectura, así como el cambio en las habilidades cognitivas asociadas a la búsqueda de la información y a la discriminación, análisis y evaluación de su calidad y veracidad, entre otros aspectos.