Desde su aparición como ciencia, a principios del siglo XX, y hasta la actualidad, la psicomotricidad ha ido pasando por distintos escenarios que la han hecho visible como un planteamiento global de acompañamiento y ayuda en el proceso de desarrollo motor, para facilitar la construcción de una buena imagen corporal.

Cuando se trata de su ubicación en el ámbito escolar, tiene siempre como referente el desarrollo psicomotor de los niños y las niñas en el contexto en que se produce su maduración y crecimiento.

En nuestra realidad social y cultural, la visión del cuerpo como primer instrumento de comunicación tiene una aceptación generalizada, que ha de ir acompañada de una mirada adulta que permita a las personas en sus primeros años desarrollar sus capacidades motrices, emocionales y cognitivas en un marco de seguridad y confianza.

Los caminos de la psicomotricidad educativa son diversos y poliédricos. En los capítulos que componen el libro se presentan algunos de ellos: la propuesta de actuación sistematizada y regular con los niños más pequeños; el planteamiento del juego como elemento natural de aprendizaje; la importancia de la formación de los profesionales; la necesidad de reconocer la evaluación como elemento esencial de la acción cotidiana y la propuesta de intervención en algunas situaciones concretas.

Todos los autores de este libro son profesionales implicados en la educación y la psicomotricidad, en los campos de la docencia, la formación de formadores y la investigación.

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