En el momento actual, la necesidad de nuevos planteamientos sociales, sanitarios, políticos y educativos demanda de los sistemas e instituciones la emergencia de innovaciones que den respuesta a los cuestionamientos derivados de la crisis global producida por la pandemia de la COVID-19 en los diversos órdenes establecidos.
De este modo, la educación en general, y la educación superior en particular, precisan de nuevos postulados que, desde una perspectiva sistémica, afronten lo que se reconoce cada vez más como una realidad compleja que solo podrá entenderse y abordarse desde principios didácticos si consideramos su naturaleza ecológica y el conjunto de factores implicados en su desarrollo, en continua interacción y enmarcados en un escenario espacio-temporal.
Asimismo, la realidad de aislamiento y confinamiento social que ha caracterizado el bienio 2020-2021 ha afianzado la revolución tecnológica y la urgencia por avanzar en el desarrollo digital como herramienta no solo de avance, sino también de protección social.
Todo ello sin olvidar las acciones de prevención ante la posible aparición de nuevos escenarios de exclusión social que una brecha tecnológica pudiera ocasionar en el acceso al aprendizaje, ni las indispensables actuaciones potenciadoras de la inclusión de grupos desfavorecidos desde el punto de vista funcional, competencial o sociocultural.
La presente obra intenta aportar una visión amplia y diversificada de lo que viene a considerarse el aprendizaje universitario desde una óptica ecológica, ahondando en planteamientos novedosos como respuesta a demandas tecnológicas, de atención a la diversidad o de desarrollo competencial en diversas áreas o materias.