Un reto pedagógico actual es lograr entornos educativos que fomenten la igualdad en la diversidad, para la convivencia pacífica de personas de todos los géneros, edades, clases sociales, culturas, religiones, orientaciones sexuales y capacidades. El conocimiento de nuestras identidades y el respeto a todas ellas es clave para este fin. Alcanzarlo pasa por una implicación de toda la comunidad educativa, que revise sus concepciones y prácticas cotidianas.
Este libro es un apoyo para observar los problemas identitarios que nos preocupan en las escuelas e institutos y, a partir de esta reflexión, promover entornos más coeducativos e inclusivos. La perspectiva feminista y la teoría de la interseccionalidad pueden ayudar a la comunidad educativa a evaluar qué valores desean compartir el profesorado, el alumnado y las familias.
En su primera parte, la obra busca suscitar el pensamiento crítico planteando revisiones de los usos de diferentes espacios como los patios, las bibliotecas, los baños, los vestuarios, los comedores o las aulas, así como las violencias directas, culturales, simbólicas y estructurales que subyacen en estas tradiciones. En su segunda parte, a modo de guía, reúne propuestas pedagógicas para abordar en el aula cuestiones de identidad con alumnado infantil y juvenil en la prevención de conflictos. Las actividades que se ofrecen están fundamentadas en aportaciones de la educación artística y se basan, sobre todo, en métodos de trabajo colaborativo y aprendizaje activo.