La selección de participantes es una de las fases fundamentales en la investigación educativa y social, independientemente de que el enfoque del estudio sea cualitativo, cuantitativo o mixto.
El análisis objetivo y riguroso de la realidad exige de los investigadores una clara delimitación de la población objeto de estudio, de manera que se han de establecer los criterios para selección de los casos, dado que serán el referente para configurar de forma minuciosa el subconjunto de la población a examen, que se conoce como muestra.
En la investigación cuantitativa es deseable que la muestra sea representativa, para lo cual se ha de atender exhaustivamente a la definición y selección del tipo de muestreo y del tamaño muestral, de modo que permita hacer inferencias sobre la población. A la hora de calcular el tamaño muestral representativo, el investigador tomará decisiones relativas a tres factores: nivel de confianza, error de muestreo y proporción en la que se da la característica de estudio en la población.
En la investigación cualitativa suelen utilizarse muestras pequeñas no aleatorias, seleccionadas según los criterios que establece el investigador, ya que no suele ser elegida para representar a la población y su intención suele focalizarse en profundizar en el problema de investigación. Por ello, el diseño muestral está íntimamente vinculado al objeto de estudio, que tendrá su muestra específica, intencional y estructural. La triangulación de técnicas cuantitativas y cualitativas en un estudio podría consolidar la descripción, comprensión y explicación de los fenómenos sociales.