Este nuevo libro de Josep María Loperena concluye la bilogía que inició con El poder desnudo, texto maldito en el que expuso con absoluta libertad todo aquello que le fue vetado por algunos medios de comunicación en su etapa de comentarista. En esta última entrega arremete contra todos los poderes públicos, políticos e institucionales –el absoluto, el legítimo, el usurpado, el sangriento, el elegido y el falazmente popular– que se han ido sucediendo durante el sórdido y lastimoso mandato de Mariano Rajoy, un periodo aciago marcado por la reacción, la faloria, la negligencia, la corrupción y el engaño electoral. Al tiempo, examina la represión provocada por el hambre, el desempleo, los desahucios y los recortes que han erradicado prácticamente el Estado de bienestar. Analiza las causas de la impotencia ciudadana ante al poder, por el temor de verse inmersa en otra interminable, agónica y negra noche fascista regida por un nuevo dictador. El autor concluye con la exposición de una serie de alternativas para erradicar esta falsa democracia –más caduca y agonizante que real–, que se materializa en un sistema perverso y discriminatorio para los débiles frente a los poderosos.
En su libro precedente, Loperena reveló los anales del poder absoluto a partir de la historia no oficial de la saga de los Borbones, la dinastía culpable del atraso, degradación y miseria de centenares de generaciones de españoles. En este nuevo libro examina el resto de las modalidades del poder fáctico y legal: totalitarismo, iglesia, dinero, mafia, prensa, justicia y Estado. De su lectura se desprende claramente que la subsistencia del poder se fundamenta en el miedo provocado por el ascenso del capitalismo del desastre o doctrina del shock de Milton Friedman, que intenta convertir a los ciudadanos en siervos porque el miedo que ocupa sus cerebros quebranta su inteligencia, genera pánico y paraliza la disidencia.
El libro va dirigido especialmente a los que se afanan en que sea el pueblo quien ostente el poder y a los partidarios de cambiar el actual sistema neoliberal que agoniza por una nueva opción democrática que reparta equitativamente el bienestar, el trabajo y la riqueza. Según su autor, el final de la transición se producirá cuando los reyes se conviertan en ciudadanos y Catalunya y Euskadi se constituyan como repúblicas federales, sociales y democráticas en las que sus gobernantes trabajen solidariamente en favor de un sistema nuevo, real, igualitario y libre.
Los dos libros son, entre otras muchas cosas, una apología de la libertad, la ley suprema que únicamente puede ser derogada por una libertad mayor.